Hay varias causas porque las personas de la tercera edad no tienen ganas de comer nada, aquí te decimos cuáles son y qué solución puedes ponerle al asunto para que tu abuelita no esté débil y goce de mejor salud.
La falta de hambre en las personas mayores no debe de tomarse a la ligera, muchos creen que es cuestión de “un capricho senil” pero es importante que se le dé una solución dependiendo de cuál sea la causa. Dentro de las causas sí puede existir factores psicológicos y emocionales, pero también cuestiones graves de salud.
Una de las causas de falta de interés por comer son la depresión y ansiedad. La falta de atención en el adulto mayor, más su temor propio tal vez por la muerte, tal vez los problemas de incontinencia urinaria o gástricos propios de la edad, pérdida de los dientes y/o los sentimientos de soledad, pueden llevarlos a una depresión y ansiedad profunda. Tal vez no haya tenido la confianza de expresártelo, pero es importante que platiques con ella y sepas cuáles son sus necesidades y temores. En caso de que sea necesario, puedes llevarla con un psicólogo.
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Otro de los factores son la demencia, Alzheimer u alguna otra enfermedad mental, que hacen que el adulto pueda perder interés en sí mismo, que literalmente olvide comer o que altere de cierta manera sus funciones, llevándolos a la desnutrición. Si este es el caso, deben de acudir con médico y platicar en familia sobre las posibles alternativas para su atención y cuidados diarios.
También es indispensable que lo lleves con un médico geriatra, para que pueda evaluar su estado de salud. Ciertos medicamentos y enfermedades como las gástricas, hepáticas, renales y algunos tipos de cáncer, pueden hacer que se altere el patrón de alimentación. Por eso es importante los chequeos constantes, a su edad, los problemas en su salud física son muy probables.
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Una vez que hayas detectado el problema y si quieres recibir más asesoría sobre la alimentación para su edad, te aconsejamos que acudas con un nutriólogo. En nuestro centro Body Balance contamos con excelentes profesionales que cuidarán su alimentación con programas totalmente personalizados. Solo agenda su cita de forma presencial u online, puedes estar presente para mantenerte al tanto si así se requiere.
Es muy importante que tengas paciencia con ella y que puedas platicar con tu familia sobre sus cuidados, así como supervisarla para asegurarse de que come. No la hagas sentir hostigada y escucha sobre sus gustos y preferencias en los alimentos. Sabemos que sí, a veces puede ser un tanto difícil tratar con las personas mayores, pero siempre se pueden encontrar alternativas positivas para su cuidado.
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